Se acerca la noche de los Oscar 2017, con una clara favorita entre los principales nominados: La La Land. La película, que es una acrobacia en todas sus facetas, cuenta la historia (romántica) de dos artistas que buscan (a su manera) el éxito en Los Ángeles, probablemente la ciudad con más oportunidades laborales, a la par que competencia, por metro cuadrado en su sector.
Ahora, volvamos al mundo real. Tu empresa, Internet, promoción para lograr el éxito… ¿te suena la película? Una de las herramientas más utilizadas en toda estrategia de captación de leads u objetivos es la landing page. Se trata de una pequeña página web, por lo general sin secciones ni pestañas, con la información justa y necesaria para lograr “enamorar” a tus clientes potenciales lo justo como para que quieran una “primera cita” contigo. ¿Cómo? Invitándoles a que te digan cómo contactar con ellos.
¿Cómo diseñar y qué debe contener tu landing page para conseguir el mayor número de contactos (conversiones) posible? A continuación te planteamos 5 consejos que seguramente sean de tu interés si quieres que tu campaña online tenga el éxito esperado:
1. Identifícate
Cuando el usuario llega a tu landing page, necesita saber quién eres realmente. Encabézala, sin que tenga excesivo protagonismo, con el nombre, logo o “lo que sea” que identifique tu proyecto o marca. Una cabecera web también servirá para acoger, si es necesario, información o algún enlace secundario (un número de teléfono de contacto, un enlace a tus redes sociales, etc).
2. Emite tu mensaje
El logotipo de la marca o campaña, el mensaje central de la misma (a través de texto, imagen o vídeo) o el argumento principal de venta será el protagonista de la mitad izquierda de la landing page sin que el usuario tenga que hacer scroll (desplazarse con el navegador en sentido vertical).
3. Pídele sus datos
Puede que sólo necesites un número de teléfono (si tu landing page está conectada a través de un clic-to-call a un contact center), o quizá su nombre, el nombre de su empresa y una dirección e-mail. La cuestión es recopilar aquella información básica imprescindible para poder entablar la “primera conversación” con tu cliente potencial. Lo haremos a través de un sencillo formulario colocado en la mitad derecha de la página, destacado por tener un estilo (color, tipografías, etc) ligeramente diferente al resto de la web.
Se recomienda no pedir información en exceso en este tipo de formularios, ya que muchos usuarios lo abandonarán antes de enviarlo por tediosos. Pide la información justa y necesaria, nada más.
Tras el formulario, coloca el botón de acción (o CTA, del inglés “clic to action”). Sin él, la información del usuario no llegará nunca a ti. Se recomienda que estos botones tengan la presencia suficiente (por color y tamaño) como para que cualquier primer visitante lo identifique en un primer vistazo.
Al igual que en el contenido principal, si conseguimos encajar este formulario en la altura de una pantalla (para evitar que el usuario haga scroll), la eficacia será mayor.
4. Los detalles, para más adelante
Si consideras que tienes mucho más que contar sobre tu producto o servicio, hazlo por debajo del CTA. Siempre. Cuenta lo importante primero, convéncele primero… lo secundario o complementario no tiene que contaminar el área de acción.
5. Despedida… y cierre
Si alguien alcanza el límite inferior de tu landing page es, probablemente, porque quiere conocer más detalles sobre ti. Dedica el pie de la página a colocar la información legal, condiciones de la promoción o un enlace a tu web corporativa, así como otros datos de contacto. Pero sin explayarte: recuerda que lo importante es que completen el formulario y lo envíen a través del CTA.
Este es un resumen gráfico de cómo organizar el contenido según los 5 consejos que te hemos dado:
¿Veis? Convencer a alguien a través de una landing page es, casi, como ligar. Que se enamoren de ti, es otra historia, como la de La La Land…